Cuestión. Somos un grupo de profesionales que estamos pensando unirnos para formar nuestra propia empresa. Sabemos que hay varios tipos de sociedades, pero es la primera vez que iniciamos un proyecto y tenemos dudas sobre qué tipo societario elegir para desarrollar nuestra actividad.

TAD. En primer lugar, sería necesario saber a qué actividad se van a dedicar. En general, los tipos de sociedad más frecuentes son tres: la sociedad anónima, la sociedad limitada y las sociedades cooperativas.

La sociedad anónima está pensada para empresas cuyo objeto social tienda a desarrollarse en el futuro con mayor amplitud, y sus requisitos son más exigentes que los de las demás sociedades. El capital social requerido para su constitución es de 60.000 Euros y los accionistas responden de las deudas sociales hasta el límite de su aportación.

Las sociedades de responsabilidad limitada exigen un capital inicial mínimo de 3.000 Euros. Son el tipo social más frecuente en España, con enorme diferencia, y es la forma social que suelen adoptar las pymes, por su mayor accesibilidad, por la mayor facilidad en su constitución y porque, en este caso, la responsabilidad de los partícipes también es limitada.

Por último, las sociedades cooperativas tienen su interés en la mayor confianza que existe entre los socios, ya que se condiseran sociedades intuitu personae, es decir, que no están abiertas al público en general, sino que suele ser necesaria la aprobación de todos los socios para admitir a un socio nuevo. Es un tipo social frecuente en pequeñas empresas familiares, donde los miembros de la familia son los propios socios y trabajadores de la empresa.