Los problemas de filtraciones y humedades en la comunidad pueden ser una fuente de preocupación para los propietarios y pueden afectar a la habitabilidad de las viviendas. Por ello, es importante tomar medidas para solucionar estos problemas lo antes posible.

En primer lugar, es necesario localizar el origen de las filtraciones y humedades, ya que en muchos casos pueden ser debidos a problemas en las instalaciones comunes o en las viviendas particulares. Una vez localizado el origen, es necesario reparar el problema y adoptar medidas para prevenir su reaparición.

En caso de que el origen del problema se encuentre en instalaciones comunes, como pueden ser las tuberías o la cubierta del edificio, es necesario contactar con un profesional especializado para realizar la reparación correspondiente. Además, es importante adoptar medidas preventivas, como pueden ser la revisión periódica de las instalaciones y la limpieza y mantenimiento de las zonas comunes.

Si el problema de filtraciones y humedades proviene de una vivienda particular, es necesario que el propietario responsable realice las reparaciones necesarias para solucionar el problema. En caso de que el propietario no realice las reparaciones, la comunidad puede tomar medidas legales para exigir el cumplimiento de las normas de convivencia y garantizar la habitabilidad de las viviendas.

En definitiva, la solución de los problemas de filtraciones y humedades en la comunidad requiere de la implicación y colaboración de todos los propietarios, así como de la adopción de medidas concretas para reparar el problema y prevenir su reaparición.