Durante un proceso de divorcio, la custodia y las visitas de los hijos son uno de los temas más importantes y delicados a tratar. En general, la prioridad es el bienestar de los hijos y asegurarse de que tengan acceso a ambos padres.

En algunos casos, los padres pueden llegar a un acuerdo sobre la custodia y las visitas de los hijos, pero si no es posible, el juez puede tomar una decisión basada en las leyes y las circunstancias específicas del caso.

El juez puede ordenar un horario de visitas específico, que puede incluir visitas regulares durante la semana, fines de semana alternos, vacaciones y días festivos. El horario puede ser flexible y modificarse según las necesidades y circunstancias cambiantes de los padres y los hijos.

Es importante tener en cuenta la edad y las necesidades específicas de los hijos al fijar el horario de visitas. También se deben considerar factores como la proximidad geográfica y la disponibilidad de los padres para garantizar que el horario sea práctico y viable.

En algunos casos, se puede solicitar una evaluación psicológica de los padres y los hijos para ayudar a determinar el horario de visitas más adecuado. También es importante tener en cuenta cualquier obligación financiera, como la manutención de los hijos, que puedan estar asociadas con las visitas.

En general, el proceso de fijar las visitas de los hijos durante un proceso de divorcio es complicado y emocionalmente difícil, por lo que se recomienda buscar la asesoría de un abogado especializado en derecho de familia para obtener la mejor resolución posible.